Mis recuerdos - Día2

La primera mañana nos toco visitar Moulay Bousselham, que nos brindó un día de sol que llegó a broncearnos la piel. Todos quedamos admirados con la pureza del aire de la playa, y aún más cuando veíamos en la lonja como los pescadores llegaban con pescados, langostas enormes, incluso pequeños tiburones, con los que muchos nos retratamos. Compartimos un viaje en barca en el que mediante unos prismáticos pudimos observar las aves mientras la brisa nos rociaba la cara, luego en la playa mientras algunos disfrutaban del almuerzo a escasos metros de la orilla otros disfrutaban jugando con los compañeros marroquíes incluso enterrando a alguno en la arena.

Todos comentaban sobre la pasada madrugada que les despertó la llamada a la oración que se percibía mediante dos altavoces situados en la mezquita entre el silencio de la madrugada aunque algunos que estaban tan cansados apenas lograron oírlo.