Mis recuerdos

Día 1

Durante éste viaje tuve un constante flashback, fue como repetir una película con la misma puesta en escena la misma iluminación, pero era con un guión improvisado y unos actores diferentes.

El primer día tuve esas ganas acumuladas, ese privilegio de tener más ganas que los demás, más ilusión porque sabía que me deparaba estos días, y poder ver de nuevo a mis amigos marroquíes que conocí el pasado año.

Esas ganas se convirtieron en felicidad cuando fui el primero que pasó la aduana en Tánger y salí en el puerto donde esperaban amigos del año pasado como Ammed, Said, Zakarias, Shayma, Ahlkam, Fautoma, Kaoutar, donde me recibieron gritando mi nombre y salí apresuradamente a darles un emotivo abrazo, donde también todos los que en ése momento aún no conocía me recibieron con el mismo entusiasmo.

Fue nada más llegar, en tan solo en un instante llegue a sentir todo ese cariño que me dieron durante el pasado año.

Dicen que la música une a los pueblos y qué gran verdad, nuestros amigos marroquíes nos deleitaron con sus canciones y bailes que hicieron animar a los españoles y haciéndonos participes de ello.

Estuvimos en Tetuán donde hubo un momento en el que nos perdimos un instante un grupo y es cuando nuestros amigos marroquíes nos hicieron sentir más seguros con su compañía y gracias a ellos conseguimos no perdernos del todo.

A la noche disfrutamos todos de un menú compuesto por pescado fresco de la localidad y pollo al son de un concierto de música marroquí que tenían puesto en el televisor, música que nos acompañó la mayor parte del viaje.