La Paz a través de la convivencia
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- Categoría: Marruecos-2014
- Escrito por Marta Pozuelo Martínez
La Paz a través de la convivencia y del conocimiento de otros pueblos
Este viaje a sido muchísimo más de lo que esperaba.
No me creí que me iba a marruecos hasta que emprendimos rumbo hacia él, solo conocía del viaje a dos personas de mi clase y tampoco es que mi relación con ellas fuera intima, los demás compañeros del ciclo solo de vista del centro y de cuando hacíamos las quedadas con los profesores para hablar sobre el viaje al igual que los de 4 de eso. En ningún momento pensaba que en el viaje nos relacionaríamos tanto entre nosotros mismo todos los del centro como los alumnos marroquíes que estaban siempre para ofrecernos todo y más cuanto podían.
Bueno todo empieza un viernes 14 cuando mi madre me lleva al centro a las 8 menos 10 de la mañana, y nos reunimos allí todos los 24 alumnos más los 3 profesores que minutos después partiríamos rumbo hacia Algeciras.
Fueron dos horas aproximadamente de camino desde Sevilla hasta Algeciras, ya ahí empezamos entre todo a mantener contacto entre nosotros mismos también nos acompañaban los alumnos de 3º de ESO que iban de excursión a Bolonia como cada año se hace así.
Yo me senté con Guadalupe y cerca cristina ramos con su hermana Maite, fueron dos horas relacionándonos entre nosotros viendo el paisaje y escuchando al profesor leer lo que escribió en ese instante una alumna del año anterior, cuando llegamos a Algeciras nos despedimos de los alumnos de 3º de ESO y íbamos dirección al ferry, tuvimos que rellenar un formulario para entregarlo con el billete de barco etc. Cuando pasamos y fuimos subiendo las maletas y todo al barco, me quede sorprendida, el barco era precioso, muy bien las instalaciones era espacioso.
Nada mas montarnos, no perdimos el tiempo soltamos las maletas y todo y nos recorrimos el barco entero haciendo fotos mirando cada detalle, viendo el barco desembarcar de España dirección a marruecos, quería aprovechar lo máximo de aquel viaje.
Cuando la cola para enseñar el pasaporte disminuyo ya nos pusimos para que nos lo sellaran. Cuando bajamos del ferry en Tánger cogimos un bus que nos llevaba a la aduana donde al entrar mirabas al fondo y te encontrabas aquellas personas súper contentas saludando con una enorme sonrisa en la cara. Eran del instituto marroquí que nos estaban esperando al otro lado entusiasmadísimos.
Nada más pasar las maletas y me iba acercando a ellos, te veían sonreían te saludaban dándote dos besos hasta incluso tres, algunos marroquíes eran mas tímidos por que no sabían hablar tanto español pero otros sin embargos muy interesados y se preocupaban mucho por nosotros, cuando cogimos el bus para ir desde allí hasta Tetuán me senté cerca de Kaoutar, una de las marroquíes más jovencita, era muy simpática risueña y pillina, me llamo mucho su atención era muy guapa, ella no llevaba velo ni nada vestía como nosotros algo que te sorprende yo traje una mentalidad muy anticuada y muy machista, pero con este viaje me dado cuenta que hay de todo quien lleva velo entero y no se le ve ni los ojos que es porque el marido lo quiere así o niñas que llevan el velo otras que no unas que un día sí y otro no… de todo.
En el autobús al estar todos mezclados españoles con marroquíes Omaima que estaba sentada detrás mía empezó a cantar tiene una voz preciosa muy recatada, muy cariñosa y una niña simpatiquísima con un gran corazón como todos, no hay nada malo que pueda decir de ellos, cuando llegamos a Tetuán un grupo de alumnos españoles y marroquíes nos perdimos por el zoco, nada más llegar a marruecos perdernos es de locos menos mal que estábamos con los alumnos marroquíes que al final decidimos llamar a su profesor para localizarnos y volver a estar todos juntos el zoco era precioso estrecho con sus tiendas fuera en la calle sus dulces sus cerámicas pieles puertas todo lo que puedes buscar lo encuentras en el, cuando llegamos a la plaza ya allí nos encontramos todos algunos tomaron té otros fueron a dar más vuelta como yo a ver aquello a investigar entrar en tiendas ver los precios para ir comparando etc. Sobre las 5 y media 6 ya nos montamos todos otra vez a el autobús para ir a Larache que era donde nos alojábamos nosotros en el hotel Assalam y donde vivían todos los compañeros marroquíes, pues estos siempre con una energía unas ganas de bailar cantar pasarlo bien que nos impresionaban como podían tener tanta energía después de estar todo el día por ahí, sin parar hasta que llegamos al bar donde íbamos a cenar todos profesores alumnos y marroquíes, me senté con compañeros españoles que eran simpáticos y súper graciosos ahí empezamos, Blas, Fran, Guadalupe y cristina , mas a tener relación con los alumnos de 4º de ESO haciéndole foto a todo a las comidas las bebidas a aquel restaurante.
Acabamos tarde de la cena y ya algunos de los marroquíes se quedaron por aquella zona que les cogía cerca de su casa y ya llegamos al hotel Assalam en Larache cogimos nuestro equipaje y nos toco la segunda planta menos mal porque subir las maletas otra planta mas o dos je je je. Cuando organizamos el dormitorio ya nos fuimos unos cuantos al rellano de la primera planta donde se cogía wifi y allí nos relacionábamos entre nosotros y familiares diciéndole que ya estábamos en el hotel. El hotel magnífico, para que quieres más: tu dormitorio con sus dos camas y cuarto de baño.
Me levanté muy bien, había dormido perfectamente, y fui al bar de abajo del hotel a desayunar a probar la harcha con textura granulada de sémola, cola-cao y mini zumo de naranja, es decir, un buen desayuno en condiciones para empezar el día haciendo actividades con nuestros compañeros marroquíes.
Después de desayunar fuimos a cambiar euros a dírham y luego partimos rumbo a la localidad de Moulay Bousselham donde nos paramos en el mirador a ver la playa y hacernos fotos. Una playa preciosa.
Después el autobús nos dejo más cerca de un lago que se unía con el mar donde había un montón de marroquíes con pescados, peces manta, tiburones allí en la arena.
Hacía calor esperando a montarnos en aquellas barcas, nos montamos en las barcas, la nuestra la llamamos los Mohamed ya que había 3 Mohamed je je más Guadalupe, y Fran.
Fue un paseo muy bonito y tranquilo, mirando el paisaje y hablando entre nosotros. Nos dejaron en la playa de enfrente donde se veía la entrada del mar al lago allí nos paramos todos a comer y a bailar jugar en la arena tumbarnos todos con todos los marroquíes siempre con una energía hasta el último día, otros se fueron a comer a un bar del pueblo.
Cuando fue más o menos la hora de irnos ya a Larache vimos los puestecitos de allí, las figuritas, las minis teteras todas las cositas típicas de allí de camino a Larache otra fiesta en el bus bailes todos bailando.
Cuando llegamos a Larache nos duchamos, preparamos las cosas y fuimos Mohamed, Fran y Guadalupe al zoco a ver todos los pequeños comercios: el de las especias, el de bisutería, teteras alfombras, pañuelos…
Luego fuimos a cenar a un bar, un shawarma riquísimo y barato.
Luego dimos un paseo por el paseo marítimo hasta que llegamos a la plaza del hotel
y ya nuestro amigo nos dejo allí en el hotel y se fue a su casa.
El tercer día ya el domingo para no variar quería probar los tipos de desayuno del bar y probé las crepes de mortadela huevo y queso ese era el que más me gusto y el que me pedí a lo largo de la semana.
Cuando desayunamos nos fuimos corriendo al bus, unas buenas horas, hasta llegar a las montañas del Rif.
Cuando llegamos tuvimos que coger un par de furgonetas para llevarnos hasta allí algunos subidos en el techo otros dentro je je una buena experiencia siempre con unos buenos ambientes, súper divertidos y amables.
Andamos y andamos por esos caminos estrechos de las montañas escuchando el cante de los pájaros llegamos a un puente que estaba en lo alto de una montaña erosionada por el agua y el viento, y había una pequeña cabaña donde ponían té vendían refrescos, muy gracioso estuvimos un tiempo allí descansando hasta que emprendimos otra vez rumbo hacia atrás.
Paramos en la mitad del camino donde nos tenían preparado alubias y una papilla blanca con aceite y especia y pescado frito, donde nos sentábamos un grupo se ponía el plato en medio cada uno cogía su trozo de pan y empezábamos a coger con el pan y las manos, el té estaba riquísimo el mejor té que he probado en mi vida me encantó.
Después de comer nos hicimos fotos montados en el burro.
Luego fuimos de camino a un precioso río con el agua cristalina. Por el camino nos cruzamos con una tetaría hecha con ramas de árbol y madera y si te asomas se veía el río era muy bonito muy colorido nos explicaron que en verano si lo arreglaban y se ambientaba.
Cuando bajamos abajo había un puestecito de pulseras nos quedamos un rato en el puestecito, luego seguimos el paso viendo el rio que era precioso hasta llegar a un sitio donde se podía bajar y había marroquíes donde bajamos y cantamos bailamos sevillanas.
Luego seguimos el paso hacia la cascada y ya dimos media vuelta a montarnos otra vez en la furgonetas hasta el autobús. Llegamos tarde a Larache y nada, ducharnos, cenar por allí, fuimos a los kebab y poco más. Al día siguiente partiríamos rumbo a Rabat la capital de marruecos.
Fuimos dirección a Rabat donde visitamos la Kasbah des Oudais, inmensa, llena de vegetación, ruinas antiguas y estaba poblada de cigüeñas.
Nos montamos otra vez en bus hasta llegar a la torre Hassan hermana gemela de la giralda. La entrada para ver el mausoleo de Mohamed V y Hassan II. Arquitectura con arcos polilobulados, técnica de ataurique geométricas para la pared, una cúpula impresionante, los techos... precioso.
Después almorzamos en un restaurante cercano: tajin con carne pica y pizza 4 estaciones. Todos sentados juntos bailando cantando lo pasamos estupendamente: muy buen ambiente y la comida buenísima.
Continuamos visitando la ciudad. Nos encontramos un grupo de marroquíes y al verlos bailar y cantar nos unimos a ellos.
Luego nos dejaron al principio del zoco de Rabat. Muchas calles con muchísimos puestos de todo tipos de cosas: zapatos, botines, alfombras, vasijas… compramos regalos para las amistades y familias, los compañeros marroquíes no nos dejaban solos ni un momento siempre ayudándonos en todo lo que podían aconsejándonos, ofreciéndonos todo lo que tenían, unas personas maravillosas… nos reunimos todos en la calle Mohamed V y allí ya cogíamos el bus dirección Larache.
“H H H viva Larache illa illa illa viva Sevilla” típica canción de bus y de grupo.
Fuimos dirección a Ifrane y Meknes.
En Ifrane las casas, sus arquitecturas, eran totalmente diferentes. Están preparadas para la nieve. Ifran era impresionante con sus casas y vegetación.
Allí probé los jámila, típico yogur bebido que bebían nuestros amigos marroquíes, esta riquísimo. Andamos y andamos hasta llegar a un río, y donde había puestecitos con figuras, pulseras etc. Nos hicimos muchísimas fotos con nuestros amigos marroquíes y compañeros del instituto, charlamos reímos, muy buen día aunque empezó a nublarse.
Después a Meknes, solo estuvimos 30 minutos, una visita vista y no vista, pero lo que vi me encantó: los puestos con cerámicas inmensos, sus especias.
Meknes era precioso me hubiera gustado estar más tiempo.
Este día fue el último que hicimos una excursión en bus. Al llegar a Larache nos hicimos una foto de grupo con el conductor.
Ese día nos levantamos más tarde, nos quedábamos en Larache. Desayunamos churros con cola-cao y nos fuimos a visitar el zoco, aunque tan temprano estaba casi todo cerrado.
Fuimos dando un paseo por el paseo marítimo hasta llegar a una mezquita muy bonita azul y blanca, y entramos en un edificio donde se estudia música donde se encontraba una guitarra de música gigante.
Luego fuimos andando hacia el puerto donde haba olores de todos tipos no muy agradables viendo los barcos y los niños marroquíes haciendo redes de pesca luego fuimos dando un paseo por el paseo marítimo.
La tarde la teníamos libre hasta las 6 que nos íbamos al baño, al hammam. En ese rato libre estuvimos en grupo con nuestros compañeros marroquíes viendo el zoco de larache las tiendas etc... Comprando regalos a las 6 quedamos todos con el bañador las manoplas y todo que habíamos comprado allí para ir al hammam, el taxi me sorprendió cuando era solo un euro el viaje del hotel al hamman, allí en el hamman dejamos nuestras cosas al entrar nos quedamos en bañador y nos dieron dos cubos al entrar cuando entramos ya dentro una sensación una calor una humedad que te costaba respirar cuando mas entraba más trabajo aún hasta que ya tu cuerpo se acostumbraba y se estaba muy bien muy relajada, llenabas tus cubos de agua fría y agua caliente, se estaba estupendamente allí nuestras amigas marroquíes nos dieron un masaje y enjabonaron la cabeza. Cuando salimos cogimos el taxi de vuelta al Hotel e hicimos algunas compras en el zoco. Ya nos sabíamos de memoria la zona de tanto ir je je je y nada, luego al hotel tempranito porque a cierta hora ya no hay nadie en la calle.
Este día fuimos dirección al colegio naval de Larache donde nos explicaron como se podía entrar a estudiar allí nos enseñaron las instalaciones, nos explicaron de que trataban que hacían hablaron los alumnos de allí nos dieron un libro en árabe y nos hicimos fotos con los alumnos que estudiaban allí, fue muy interesante.
Al acabar habíamos quedado con nuestra amiga marroquí quien nos invito a su casa a almorzar, una chica muy guapa, simpática y cariñosa, quedamos con ella en el hotel y fuimos andando a su casa, un portal con un arco ojival muy bonito el ascensor era de espejo entero con dibujos de egipcios muy modernos.
Al entrar nos presento a su hermano, a su madre y a su padre. La madre no hablaba español pero su padre si ya que había viajado un par de veces a España, estuvimos en el salón: el padre, su hija, cristina, Maite, Fran, Guadalupe y yo.
Salón amplio con sus cortinas de seda amarillas, sofá grande amarillo con adornos azules, un balcón tenía cerca la estación de bus y taxi, nos tenían puesto el padre televisión española ya que decía que le gustaba mucho la televisión española, muy simpático.
Nos sentamos a la mesa a comer nos cerramos los ojos ya que era sorpresa la comida y al abrirlo era cuscús con ternera y verduras: zanahorias, calabaza… y salsa: Estaba riquísimo. La madre se quedo en la cocina preparando y limpiando no comió con nosotros una lástima. De postre nos tapamos los ojos y nos puso un flan hecho por ella riquísimo flan con naranja y limón y canela, muy sabroso.
Le dijimos después que se tapara los ojos y cada uno fuimos dándole los regalos que le habíamos traído, una pulsera un pañuelo un plato de cerámica con la giralda que ponía Sevilla, pasteles típicos de aquí estuvo muy agradecida. Nos preparo té con pastelitos típicos marroquíes estaban riquísimos.
Cuando acabamos nos enseñó a las chicas un montón de trajes de chilabas etc., nos daba a elegir cual queríamos ponerlos para la fiesta que íbamos hacer luego a la tarde todos marroquíes con españoles, nos lo probamos nos hicimos fotos nos puso a las chicas los pañuelos y nos despedimos de la familia.
Nos fuimos sal hotel para ya irnos todos juntos al colegio español donde era la fiesta al llegar un marroquí me tenía preparado una chilaba que me regaló y me la puse y estuvimos allí comiendo pasteles bebiendo refrescos y bailando todos con todos haciéndonos fotos, otros se fueron a ver el derbis Sevilla-Betis, pero yo prefería pasar esa noche con mis compañeros ya que era el ultimo día que íbamos pasar juntos y no todos al día siguiente iban a la despedida.
Nos enteramos que había una boda fuera y fuimos a verla algunos compañeros, era fascinante, la novia estaba tapada, nadie la podía ver, y bailando y cantando a su alrededor un grupo de personas.
Luego nos fuimos otra vez dirección al colegio y fue lo más triste. Nos cambiamos y nos estuvimos despidiendo de nuestros amigos marroquíes, el gran corazón que tenían, todo lo que habían hecho por nosotros, lagrimas y lagrimas caían de sus rostros, muchísimos abrazos besos, alegría y tristeza al mismo tiempo por todo lo bonito que hemos vivido en el viaje con ellos y la tristeza de cuándo será la próxima vez que los veamos.
Una despedida dolorosa hasta que llegamos al hotel allí seguimos un rato hasta que ya subimos al hotel, y estuvimos en una habitación la mayoría de nuestro grupo charlando y hablando ya que era la última noche en Marruecos.
Vuelta a Casa. Quedamos a las 9 con nuestros amigos marroquíes abajo para despedirnos de ellos también de los profesores y de los alumnos de otros años, como Omar y Mustafar.
Fue como dije antes otra despedida y las despedidas son dolorosas, Fatema, Omaima, Zakarias, su hermana, Mohamed Hamed, Kautar, Gabriel….
Mucha tristeza y alegría al mismo tiempo. Por mi me quedaba un mes o dos allí. Me ha encantado este viaje, todo lo que he compartido con cada uno de ellos, su compañía, amistad, todo lo que hemos aprendido uno del otro ha sido una experiencia inolvidable. Siempre la tendré en mi memoria y cada vez que recuerdo todos los momentos y escribiendo esto es como si viviera otra vez el viaje.
No me esperaba que fueran tan hospitalarios tan cariñosos y con tanta energía, tenemos los whatsApp y el facebook para mantener el contacto.
En resumen me ha encantado vivir esta experiencia y el año que viene me encantaría tener la oportunidad y volver a ir.